Year of the Bible

Galatians 4

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Commentary on the Letter of St. Paul to the Galatians, Chapter 4:

Paul continues to explain the true gospel message by unpacking the full meaning of being an “heir” of God’s promise (3:29). In the ancient word, a minor (child) heir to a family’s inheritance would be under the direction of a legal “guardian” (trustee/custodian), with no more agency or rights than a slave (vs. 1-2). The wondrous gospel message is that God sends his Son to redeem us from this state, to free us from being under a guardianship/custodian, the Law (3:24). As truly adopted “sons” of God, we receive the full inheritance, the Spirit who unites us intimately with God (vs. 6-7). In verses 8-31, Paul presents the Galatians with a choice. They can accept this consequence of baptism, living in the freedom of Christ as an heir of God the Father, as “children of the promise” (3:27, 4:28). Or, they can reject this offer and relate to God as a slave to a master, a relationship of bondage and obligation, rather than love freely shared.

 

The Letter of St. Paul to the Galatians, Chapter 4:

1 I mean that the heir, as long as he is a child, is no better than a slave, though he is the owner of all the estate; 2 but he is under guardians and trustees until the date set by the father. 3 So with us; when we were chil­dren, we were slaves to the el­emental spirits of the universe. 4 But when the time had fully come, God sent forth his Son, born of woman, born under the law, 5 to redeem those who were under the law, so that we might receive adoption as sons. 6 And because you are sons, God has sent the Spirit of his Son into our hearts, crying, “Abba! Father!” 7 So through God you are no lon­ger a slave but a son, and if a son then an heir.

Paul Reproves the Galatians

8 Formerly, when you did not know God, you were in bond­age to beings that by nature are no gods; 9 but now that you have come to know God, or rather to be known by God, how can you turn back again to the weak and beggarly elemental spirits, whose slaves you want to be once more? 10 You observe days, and months, and seasons, and years! 11 I am afraid I have labored over you in vain.
12 Brethren, I beg you, become as I am, for I also have become as you are. You did me no wrong; 13 you know it was because of a bodily ailment that I preached the gospel to you at first; 14 and though my condition was a trial to you, you did not scorn or despise me, but received me as an angel of God, as Christ Jesus. 15 What has become of the satisfaction you felt? For I bear you witness that, if possible, you would have plucked out your eyes and given them to me. 16 Have I then be­come your enemy by telling you the truth? 17 They make much of you, but for no good purpose; they want to shut you out, that you may make much of them. 18 For a good purpose it is always good to be made much of, and not only when I am present with you. 19 My little children, with whom I am again in travail until Christ be formed in you! 20 I could wish to be present with you now and to change my tone, for I am per­plexed about you.

The Allegory of Hagar and Sarah

21 Tell me, you who desire to be under law, do you not hear the law? 22 For it is written that Abra­ham had two sons, one by a slave and one by a free woman. 23 But the son of the slave was born ac­cording to the flesh, the son of the free woman through promise. 24 Now this is an allegory: these women are two covenants. One is from Mount Sinai, bearing chil­dren for slavery; she is Hagar. 25 Now Hagar is Mount Sinai in Arabia; she corresponds to the present Jerusalem, for she is in slavery with her children. 26 But the Jerusalem above is free, and she is our mother. 27 For it is written,
“Rejoice, O barren one who does not bear;
break forth and shout, you who are not with labor pains;
for the desolate has more children
than she who has a husband.”

28Now we, brethren, like Isaac, are children of promise. 29 But as at that time he who was born ac­cording to the flesh persecuted him who was born according to the Spirit, so it is now. 30 But what does the Scripture say? “Cast out the slave and her son; for the son of the slave shall not inherit with the son of the free woman.” 31 So, brethren, we are not children of the slave but of the free woman.

 

*Daily Lectio Divina Question:

"So through God you are no longer a slave but a son, and if a son then an heir." (Gal 4:7) What is an heir? Lord, help me to understand what I inherit as your heir.

 

 

 

Biblical Commentary provided by the Catholic Biblical School of Michigan, an adult faith formation apostolate. cbsmich.org/join

Revised Standard Version; Second Catholic Edition. (San Francisco: Ignatius Press, 2006).
Permission to use the RSV-2CE given for Bishop's Year of the Bible by Ignatius Press. Many thanks to Ignatius for this.

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Gálatas 4

Galatas 4

4 1 Ahora bien, mientras el heredero

es menor de edad, aunque sea dueño

de todo, no se diferencia en nada de

un siervo, 2 sino que está sometido a tutores

y administradores hasta el momento

señalado por su padre. 3 También

nosotros cuando éramos menores

de edad estábamos sujetos como esclavos

a los elementos del mundo. 4 Pero al

llegar la plenitud de los tiempos, envió

Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido

bajo la Ley, 5 para redimir a los que estaban

bajo la Ley, a fin de que recibiésemos

la adopción de hijos. 6 Y, puesto que

sois hijos, Dios envió a nuestros corazones

el Espíritu de su Hijo, que clama:

«¡Abbá, Padre!» 7 De manera que ya no

eres siervo, sino hijo; y como eres hijo,

también heredero por gracia de Dios.

8 Pero en otro tiempo, cuando no conocíais

a Dios, servisteis a los que realmente

no son dioses.

9 Ahora, en cambio, que habéis conocido

a Dios, mejor dicho, que habéis sido

conocidos por Dios, ¿cómo es que volvéis

otra vez a esos elementos sin fuerza

y sin valor, a los que queréis servir de

nuevo como antes? 10 ¡Seguís observando

cuidadosamente los días, los meses,

las estaciones y los años! 11 Temo haberme

esforzado por vosotros inútilmente.

12 Os ruego, hermanos, que seáis

como yo, pues también yo me he hecho

como vosotros. En nada me habéis

agraviado; 13 bien sabéis que cuando

os prediqué el Evangelio la primera

vez, por culpa de una enfermedad, 14 a

pesar de que esa situación era una prueba

para vosotros, no me despreciasteis

ni me rechazasteis, sino que me recibisteis

como a un ángel de Dios, como al

mismo Cristo Jesús.

15 ¿Entonces, dónde está aquella alegría

que manifestabais? Puedo atestiguar

de vosotros que, de ser posible, os

habríais arrancado los ojos para dármelos.

16 ¿Es que me he convertido en

vuestro enemigo por deciros la verdad?

17 El interés que muestran por vosotros

no es bueno, sino que quieren separaros

de nosotros, para que os entreguéis

a ellos. 18 En cambio lo que es bueno es

mostrar siempre interés por el bien, y

no sólo cuando estoy presente entre vosotros,

19 hijos míos, por quienes padezco

otra vez dolores de parto, hasta que

Cristo esté formado en vosotros. 20 Desearía

estar presente ahora entre vosotros,

y cambiar el tono de mi voz, porque

no sé qué hacer con vosotros.

21 Decidme, los que queréis estar sujetos

a la Ley: ¿no habéis oído la Ley?

22 Pues está escrito que Abrahán tuvo

dos hijos, uno de la esclava y otro de la

libre. 23 Pero el de la esclava nació según

la carne; en cambio, el de la libre, en virtud

de la promesa. 24 Todo esto tiene un

sentido alegórico, porque estas mujeres

representan los dos testamentos: uno, el

del Monte Sinaí, que engendra esclavos,

es Agar. 25 La palabra «Agar» en Arabia

designa el monte Sinaí y corresponde a

la Jerusalén actual, que es, en efecto, esclava

junto con sus hijos. 26 En cambio,

la Jerusalén de arriba es libre, y es nuestra

madre; 27 pues está escrito:

Alégrate, estéril, que no das a luz;

rompe en gritos de júbilo, tú que no

sufres

dolores de parto,

porque son muchos los hijos de la

abandonada,

más que los de la que tiene marido.

28 Vosotros, hermanos, como Isaac,

sois hijos de la promesa. 29 Pero al igual

que entonces el que había nacido según

la carne perseguía al nacido según el espíritu,

así sucede también ahora. 30 Pero

¿qué dice la Escritura? Expulsa a la esclava

y a su hijo, pues no heredará el hijo

de la esclava con el hijo de la libre. 31 Por

tanto, hermanos, no somos hijos de la

esclava, sino de la libre.

 

Pregunta de Lectio Divina del día de hoy

 

"Así que por medio de Dios ya no eres esclavo, sino hijo, y si un hijo, entonces un heredero". (Gálatas 4: 7) ¿Qué es un heredero? Señor, ayúdame a comprender lo que heredo como tu heredero(a). 

 

La Biblia de Navarra

Permiso para usar esta versión de la primera edición de la Biblia de Navarra

para el Año de la Biblia del Obispo 

dado por Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA).

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